Cuidados para la piel de las manos
Prevenir los problemas de manos es el primer paso para unas manos cuidadas y, para ello, es precisa una crema protectora e hidratante para así formar una especie de guante invisible.
¿Por qué se producen los daños en la piel de las manos?
Las manos casi siempre están visibles y realizan cientos de acciones y funciones a lo largo del día que vulneran su buen aspecto. Así, la piel de las manos, sufre el castigo y el desgaste ocasionado por el contacto directo con químicos, detergentes, contaminantes, agentes infecciosos e incluso, la radiación solar que afecta a la piel y que además provoca otros problemas como alergias, irritación, infecciones y envejecimiento prematuro de las mismas.
Los efectos del frío en las manos
Uno de los factores que más negativamente afecta a la piel de las manos, es el rigor del frío: la lluvia, las bajas temperaturas, el viento... Las manos se convierten, al igual que el rostro, en una de las principales víctimas del invierno. Pueden llegar a padecer deshidratación, descamación o grietas. Es la época en la que podemos estar en contacto con la nieve realizando, por ejemplo, deportes como el esquí que implican auténticos peligros para la piel en los momentos en los que no llevamos guantes, ya que la nieve refleja prácticamente la totalidad de la radiación solar y genera un efecto muy fuerte sobre las zonas descubiertas de nuestro cuerpo. Por ello, hay que ser siempre prevenidas e intentar cuidar esas zonas todavía más si cabe.
¿Por qué se producen los daños en la piel de las manos?
Las manos casi siempre están visibles y realizan cientos de acciones y funciones a lo largo del día que vulneran su buen aspecto. Así, la piel de las manos, sufre el castigo y el desgaste ocasionado por el contacto directo con químicos, detergentes, contaminantes, agentes infecciosos e incluso, la radiación solar que afecta a la piel y que además provoca otros problemas como alergias, irritación, infecciones y envejecimiento prematuro de las mismas.
Los efectos del frío en las manos
Uno de los factores que más negativamente afecta a la piel de las manos, es el rigor del frío: la lluvia, las bajas temperaturas, el viento... Las manos se convierten, al igual que el rostro, en una de las principales víctimas del invierno. Pueden llegar a padecer deshidratación, descamación o grietas. Es la época en la que podemos estar en contacto con la nieve realizando, por ejemplo, deportes como el esquí que implican auténticos peligros para la piel en los momentos en los que no llevamos guantes, ya que la nieve refleja prácticamente la totalidad de la radiación solar y genera un efecto muy fuerte sobre las zonas descubiertas de nuestro cuerpo. Por ello, hay que ser siempre prevenidas e intentar cuidar esas zonas todavía más si cabe.
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